Uso y aplicación del barniz arrugado
Antes de comenzar a pintar una superficie, hay que asegurarse que esta sea sin residuos de pintura anterior. En caso se desee barnizar un material metálico, podría resultar necesario limpiar la superficie. Algunas superficies, en cambio, necesitarán la aplicación de una imprimación.
Se recomienda aplicar el barniz arrugado con aerógrafo. Gracias a este instrumento, es posible regular el tamaño de las arrugas según el gusto. Para una eficaz aplicación, la boquilla del aerógrafo debe tener un diámetro comprendido entre 1,8 y 2,5 mm y debe ejercer una presión igual a 3-4 atmósferas. Se recomienda aplicar una capa de barniz del espesor de 300 micras.
Para hacer que este barniz de base disolvente obtenga el típico efecto arrugado, es necesario hacer secar el objeto pintado a una temperatura de 80° C durante 20 minutos. Es posible utilizar un horno o lámparas de rayos infrarrojos. Para obtener el resultado deseado, hay que prestar atención a no subestimar la importancia de una temperatura correcta. Si el barniz se seca a temperatura ambiente, en efecto, la superficie resultaría lisa; a una temperatura alta, pero inferior a 80, se obtendría un resultado intermedio y por tanto, no completamente satisfactorio.